miércoles, 7 de enero de 2015

EL MAL HOLANDÉS

El "mal holandés" también conocido como la enfermedad holandesa se define como los efectos negativos que sufren diversos sectores de una economía por la apreciación  de la moneda local, es decir, es un término para identificar las consecuencias negativas que sufre un país cuando experimenta un crecimiento inesperado en sus ingresos en divisas.  Este fenómeno económico tiene lugar cuando en un país o economía determinada los recursos provenientes de los recursos naturales comienza a perjudicar la actividad de productos y servicios relacionados con bienes más elaborados.


Según el libro El club de la miseria de Paul Collier, hace 30 años los economistas idearon una explicación denominada el mal holandés en alusión a los efectos que tuvo sobre la economía de los Países Bajos  el descubrimiento de yacimientos de gas en el Mar del Norte. Consiste en lo siguiente: las exportaciones de recurso natural provocan que la moneda local se aprecie con respecto a otras divisas, lo que resta competitividad a las demás exportaciones del país, aún cuando éstas podrían tener mejor efecto en el progreso tecnológico.
Supongamos que existe un país que ni tiene  recursos naturales que exportar ni recibe ayuda. Sus habitantes quieren comprar productos de importación y el único medio que tiene de pagarlo es mediante exportaciones. Las exportaciones generan divisas y los importadores se las compran para adquirir las importaciones Es esa necesidad de pagar las importaciones lo que hace que las exportaciones sean valiosas para la sociedad que la produce. Los recursos son fuente de divisas para la sociedad y las exportaciones se deprecian en el ámbito interno. En otras palabras , los productos con los que no se puede comerciar en el mercado internacional, como los servicios locales y algunos alimentos, se encarecen de tal modo que hace falta desviar recursos para producirlos. Por ejemplo, tenemos el caso de Nigeria en la década de 1970 con el aumento de los ingresos procedentes del petróleo y las demás exportaciones del país como el cacao o los cacahuetes, dejaron de ser rentables y su producción no tardó en irse a pique. La pérdida de esas actividades perjudicó a los agricultores.
El mal holandés”   puede ser perjudicial para el desarrollo económico al desplaza otras actividades exportadoras con un potencial de crecimiento rápido. Las actividades clave son las manufacturas que absorben mucha mano de obra y los servicios, es decir, el tipo de exportaciones que llevan hoy en día China y la India.
El producto nacional del bien vende una cantidad menor y a un precio mas bajo y este pierde por la depreciación del tipo de cambio. Las industrias nacionales que compiten con las importaciones se reducen frente a la competencia de importaciones mas baratas producidas en el exterior. Las empresas exportadoras disminuirán su fuerza laboral, el desempleo de estas industrias aumentaran y los salarios de los trabajadores bajarán afectando de esta forma a la economía nacional.
En conclusión, el "mal holandés" se debe a la especialización económica  ,es decir, aquella situación en la cual se especializa un solo sector (ventaja comparativa), el cual le da grandes le da grandes beneficios a los productores, de esta forma se distorsiona la economía al olvidarse el resto de exportaciones. La población que queda al margen padece niveles de subsistencia.
  En el caso de España el turismo   ha ocasionado manifestaciones del conocido como “mal holandés” por su gran desarrollo. La sobreespecialización en la construcción y en la hostelería ha desindustrializado la economía española, acentuando su dependencia del subsector turístico y de la construcción. Un ejemplo es el turismo de sol y playa en la economía balear.



Un saludo, Beatriz Benítez y Carlos Castaño

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